Esta es la verdadera historia de Romeo y Julieta, de Verona a un balcón de la calle Balcarce en el barrio de San Telmo.

ACTO PRIMERO

(Al levantarse el telón queda al descubierto el balcón de la casa de Julieta.Al instante aparece ella y se sienta en la baranda cuyas aristas se le meten en la raya del culo con gran satisfacción por parte de ella...)

JULIETA:

(impaciente porque no llega Romeo)

Cuánto tarda este pajero,

ya tendría que haber venido,

seguro que se ha dormido

y conmigo está soñando,

o será que este boludo

se estará repajeando.

ROMEO:

(desde abajo del balcón)

No putees, Julieta, al pedo.

Estoy aquí ¿no me ves?...

no quiero que te enojés

si un poco tarde he llegado,

el reloj se me ha parado

y la hora no sabía,

por eso me he demorado

créeme: no es culpa mía.

JULIETA:

La gran concha de tu hermana

no me vengas a engañar,

yo no creo esa macana,

tú me quieres entubar.

ROMEO:

No me insultes, che, Julieta

porque me subo al balcón,

y te parto la cajeta

de un solo manotón.

JUILETA:

Eso quiero, pajarón,

que me la dejes ardiendo,

pero no de un manotón,

quiero que sea cogiendo.

ROMEO:

Entonces subo al momento,

pero me tenés que jurar

que antes el instrumento

un poco vas a sobar.

JULIETA:

No sólo voy a sobar

a tu querida poronga,

pues antes que me la pongas

también la quiero chupar.

ROMEO:

Esa es manera de hablar,

y lo demás son pelones;

el jugo de mis cojones

yo pienso hacerte probar.

JULIETA:

En que forma cogeremos...?

Para gozar mas aún...

ROMEO:

...al medio primero iremos:

es la forma mas común.

JULIETA:

Mas es cierto, mi señor,

que de la cama a la orilla

con los pies en una silla,

se garcha mucho mejor.

ROMEO:

Esos son polvos nuevos

amén de que son jodidos,

pues me dejarán los huevos

hinchados y doloridos.

JULIETA:

Me la darás por el culo,

y sin usar vaselina,

la concha de tu madrina

Romeo que sos chitrulo...!

ROMEO:

Basta de charlas, Julieta,

no me calientes al cuete

JULIETA:

No digas que tenes yeta

y subí, pronto alcahuete,

que quiero chupes mis tetas

antes de abrirme el ojete.

(Romeo sube la escalera del cordel y Julieta se mete corriendo en su habitación, mientras que cae el telón rápidamente.)

ACTO SEGUNDO

(Escena de la habitación de Julieta. Los dos amantes acostados en la cama. Romeo le esta chupando una teta y ella le da masajes en la poronga...)

JULIETA:

Que linda pija, mi amor,

dos veces la he probado.

ROMEO:

Y te la daré otra vez,

ya que tanto te ha gustado.

JULIETA:

Y te dan ganas aún,

de mandarme otro requecho?

ROMEO:

Te la daré por el culo,

verás qué polvo te echo.

JULIETA:

Mas tengo miedo, querido,

que lo hagas sin cuidado,

que me dejes dolorida

y el ojete colorado.

ROMEO:

Eso no te lo discuto,

porque no estoy enterado,

como nunca he sido puto

a mi nunca me han culeado.

JULIETA:

Romeo: me va a doler,

no voy a poder sentarme;

yo, que acabo de comer,

tengo miedo de cagarme.

ROMEO:

Me parece, che, Julieta,

que eso no me gusta nada

te empernaré la cajeta

ya que estás tan asustada.

JULIETA:

Che, que sos hijo de puta,

que por más que a mi me duela

me la voy a aguantar toda

la re-concha de tu abuela!

ROMEO:

Pues date vuelta ligero

y preparate, mi amada,

que te voy a traspasar

de la primera estocada.

JULIETA:

No mezquines vaselina,

o dámela con condón.

ROMEO:

No pierdas tiempo, mi china,

y ponéte en posición.

JULIETA:

Entre las nalgas la siento

pronto la voy a gozar.

ROMEO:

Agarráte catalina

que vamos a galopar...

JULIETA:

Ay la puta!!! qué dolor

Sacámela... que me cago

ROMEO:

Aguanta un poco, mi amor

que tanto mal no te hago.

Recién la cabeza entró!

JULIETA:

La puta que te parió,

tenés una inmensa pija,

para poderla aguantar.

ROMEO:

Todita hasta la manija,

yo te la voy a mandar.

Y no te pienso largar

por más que grites, conchuda,

ahora te toca aguantar.

JULIETA:

Romeo me haces llorar

me cago en la madre mía,

ya siento la cañería

más grande que una cloaca,

la gran concha de la vaca,

esto si que es plomería.

ROMEO:

Aguantáte un poco más,

que te metí otro pedazo,

y con este empujoncito

creo que entra todo el mazo.

(Cae el telón lentamente.)

ACTO TERCERO

(Al levantarse el telón nos encontramos con la escena anterior. A esta altura se oye un portazo y entra el padre de Julieta que al ver el panorama exclama:)

PADRE:

Carajo, por lo que veo

a mi hija se la han culeado,

¿quién será el hijo de puta

que a esto ve como amueblado?

JULIETA:

Cagué, mi viejo ha llegado.

ROMEO:

Ahora creo que he sonado.

PADRE:

Espero que me expliquéis

qué es lo que estaban haciendo.

ROMEO:

Señor no os enojéis,

sólo estabamos cogiendo.

PADRE:

¿Le parece poca cosa...?

ROMEO:

No es para armar tanto escombro

PADRE:

¿Y cuando aparezca el bombo...?

ROMEO:

Por eso no os preocupéis,

que ningún peligro existe.

PADRE:

Entones quiere decir

que con forro la cogiste.

ROMEO:

Así es, señor, con condón,

pues yo no quiero mañana

por culpa de una macana

perder mi reputación.

JULIETA:

Apenada estoy, tatita

y me da mucha vergüenza...

PADRE:

No te hagas la boludita

porque no tendré paciencia.

Con la cara de falluta

que tenés, hija cornuda,

no eres más que una puta

degenerada y conchuda.

JULIETA:

Papi: yo andaba flechuda,

y sentía tanto dolor

que me ardía la cajeta.

PADRE:

Pero decime, Julieta,

¿no tenes consolador?.

JULIETA:

Es que a mí no me gusta

la poronga artificial:

me gusta la natural

calentita y colorada,

con las pelotas colgando

que al enchufar vas golpeando

la puerta de mi morada.

PADRE:

Sos calentona y podrida,

hacés lo que más te cuadre,

no podes negar, Julieta,

que sos hija de tu madre,

que hasta la pija le chupa

al perro pa'que no ladre.

JULIETA:

¿Así, papi, que a mamita

también le gusta el budín...?

PADRE:

Hay que ver cómo la chupa

cual si fuera un pirulín.

JULIETA:

Ya que es así, comprendéme,

y disculpá mi pasión,

si es que la llevo en la sangre

concedéme tu perdón...

PADRE:

Te juro por San Simón,

que a vos te he de perdonar,

más con este garronero

lo mismo no ha de pasar.

ROMEO:

Bien, entonces me dirá

cómo debo proceder...

PADRE:

Pues cumple con tu deber

de pagarme el amueblado,

que con poco has de arreglar

con diez pesos a palmar

ya ves que es regalado...

ROMEO:

Pero tenga usted presente

que yo he gastado en condones,

y además en el baño

no hay toallas ni jabones.

PADRE:

¿Y querés que por diez pesos

dé pieza, baño y mujer,

y al acabar de coger

te lustre los cojones?

ROMEO:

Concededme un descuento.

PADRE:

Para otra vez que vengas

Te rebajo el diez porciento.

ROMEO:

Está bien, tome y cóbrese

de este canario nuevito.

PADRE:

Bien, puede usted quedarse

si desea otro ratito.

ROMEO:

No, me voy, mi vieja

no me dio tanto permiso,

y además si llego tarde

me voy a quedar sin guiso.

JULIETA:

No seas malo, queridito

además ¿no ves que llueve?

Quédate, que tengo ganas

de hacer el sesenta y nueve.

(Mutis del padre y mientras se ponen en posición para realizar el 69, cae lentamente el telón.)

FIN"

ANTERIOR

VOLVER A LA PÁGINA PRINCIPAL